viernes, 5 de agosto de 2011

El país de los muertos

El México que conocemos está hecho de gente muerta. Y cómo tal, está hecho de cenizas grises y huesos que reposan bien hondo bajo tierra viviendo en las igualmente grises y huesudas memorias de las que nos sabemos descendientes.

Los héroes de la Independencia, la Revolución, la Reforma: todos muertos. Al igual que los grandes muralistas, los cineastas de oro, los charros y las charras cantoras, los inmensos escritores. Todos muertos.

Muertas también las voces de los sesentas, solo algunas sobrevivientes silenciadas con dinero y corrupta fama.

Los dictatoriales generales del PRI y los ricachones post-porfiristas regios: muertos.

Los músicos de los ochentas y noventas muertos en la añoranza otrora.

No nos extrañe que cada vez haya más muertos en México, cuando todo está basado, respirado, encontrado, planteado, y hasta soñado... muerto.